Contrato en prácticas vs beca

Contrato prácticas profesionales

Contrato en Prácticas vs Beca: Guía Definitiva para Elegir la Mejor Opción

Tiempo de lectura: 12 minutos

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Introducción: Primeros pasos en el mercado laboral

¿Te encuentras en la encrucijada entre aceptar un contrato en prácticas o una beca? No estás solo. Cada año, miles de estudiantes y recién graduados españoles se enfrentan a esta misma disyuntiva que puede marcar significativamente el rumbo de su trayectoria profesional.

La realidad del mercado laboral español presenta un panorama complejo para quienes dan sus primeros pasos profesionales. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el desempleo juvenil en España se sitúa en torno al 30%, una de las tasas más altas de la Unión Europea. En este contexto, tanto las becas como los contratos en prácticas se han convertido en vías principales de acceso al mercado laboral.

Como señala María Fernández, directora de Recursos Humanos en una consultora especializada en empleo juvenil: «La elección entre un contrato en prácticas y una beca no debería basarse únicamente en la retribución económica inmediata, sino en cómo cada opción se alinea con tu proyecto profesional a medio y largo plazo».

A lo largo de este artículo, desentrañaremos las características, ventajas e inconvenientes de ambas modalidades para ayudarte a tomar una decisión informada. No se trata solo de conocer los aspectos legales, sino de entender el impacto real que cada opción puede tener en tu desarrollo profesional.

Diferencias fundamentales entre contratos en prácticas y becas

Antes de profundizar en cada modalidad, es fundamental comprender las diferencias estructurales entre ambas opciones:

Aspecto Contrato en Prácticas Beca
Naturaleza jurídica Relación laboral Relación formativa (no laboral)
Cotización a la Seguridad Social Completa (genera antigüedad) Limitada (solo contingencias comunes desde RD 1493/2011)
Derechos laborales Completos (vacaciones, bajas, etc.) Limitados (según convenio específico)
Finalidad principal Aplicación práctica de conocimientos Adquisición de formación complementaria
Regulación Estatuto de los Trabajadores Convenios específicos según tipo de beca

Esta comparativa inicial nos permite visualizar que, aunque ambas opciones comparten el objetivo de facilitar la inserción laboral de jóvenes, tienen naturalezas jurídicas completamente diferentes. El contrato en prácticas establece una relación laboral propiamente dicha, mientras que la beca se centra en el aspecto formativo sin constituir una relación laboral.

Veamos ahora un análisis comparativo de la retribución media según datos del Observatorio de Empleo Juvenil:

Comparativa de Retribución Media (2023)

Contrato en Prácticas

 

1.125€/mes

Beca universitaria

 

900€/mes

Beca FP

 

650€/mes

Beca de investigación

 

1.200€/mes

Fuente: Observatorio de Empleo Juvenil, datos promedio nacional 2023

El contrato en prácticas al detalle

El contrato en prácticas es una modalidad contractual regulada por el artículo 11 del Estatuto de los Trabajadores, diseñada específicamente para facilitar la obtención de práctica profesional adecuada al nivel de estudios cursados.

Requisitos y características principales

Para poder acceder a un contrato en prácticas, debes cumplir los siguientes requisitos:

  • Estar en posesión de un título universitario, de formación profesional de grado medio o superior, o títulos oficialmente reconocidos como equivalentes.
  • Que no hayan transcurrido más de cinco años desde la terminación de los estudios (siete años en caso de trabajadores con discapacidad).
  • No haber estado contratado en prácticas en la misma empresa para el mismo puesto durante más tiempo del máximo permitido.

La duración de este tipo de contratos puede oscilar entre los 6 meses y los 2 años, pudiendo prorrogarse hasta en dos ocasiones sin superar el límite máximo de dos años en total.

En cuanto a la remuneración, uno de los aspectos más relevantes, la normativa establece que no puede ser inferior al 60% (durante el primer año) y al 75% (durante el segundo) del salario fijado en convenio para un trabajador que desempeñe el mismo puesto. En ningún caso puede ser inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Ventajas del contrato en prácticas

Las principales ventajas de esta modalidad contractual son:

  1. Experiencia laboral reconocida: Al ser un contrato laboral, la experiencia queda oficialmente acreditada en tu vida laboral.
  2. Cotización completa: Genera derechos de cara a futuras prestaciones como el desempleo o la jubilación.
  3. Derechos laborales plenos: Incluye vacaciones pagadas, bajas por enfermedad, permisos y resto de derechos reconocidos en el Estatuto de los Trabajadores.
  4. Mayor estabilidad: La duración mínima de 6 meses proporciona un periodo de estabilidad garantizado.
  5. Posibilidades de continuidad: Según datos del Ministerio de Trabajo, aproximadamente el 45% de los contratos en prácticas se transforman posteriormente en contratos indefinidos en la misma empresa.

Como explica Juan Martínez, abogado laboralista: «El contrato en prácticas es la fórmula que mejor protege al joven que inicia su carrera profesional, ya que le garantiza todos los derechos laborales básicos mientras adquiere experiencia relevante».

Las becas como alternativa formativa

A diferencia del contrato en prácticas, las becas no constituyen una relación laboral propiamente dicha, sino que se configuran como una ayuda económica para complementar la formación del estudiante o recién graduado.

Tipologías y características

Existen diversos tipos de becas en función de la entidad que las promueve y su finalidad:

  • Becas curriculares: Integradas en programas educativos oficiales (prácticas universitarias obligatorias).
  • Becas extracurriculares: Complementan la formación pero no forman parte del plan de estudios oficial.
  • Becas de colaboración: Para participar en departamentos universitarios.
  • Becas de formación práctica: Ofrecidas por empresas o instituciones directamente.
  • Becas de investigación: Orientadas al desarrollo de proyectos de investigación.

La duración de las becas es variable, dependiendo de su tipología. Generalmente, las becas curriculares suelen tener una duración de 3 a 6 meses, mientras que otras modalidades pueden extenderse hasta 1 o 2 años.

La cuantía económica también presenta grandes variaciones. Mientras algunas becas curriculares no tienen remuneración o esta es simbólica, otras como las de investigación pueden alcanzar retribuciones similares o incluso superiores a las de un contrato en prácticas.

Consideraciones importantes sobre las becas

Las becas presentan algunas particularidades que debes conocer:

  1. Ausencia de relación laboral: No existe vinculación laboral entre el becario y la entidad.
  2. Cotización limitada: Desde el Real Decreto 1493/2011, los becarios remunerados deben ser incluidos en el Régimen General de la Seguridad Social, pero solo para contingencias comunes y no para prestaciones como el desempleo.
  3. Formación como objetivo principal: La actividad del becario debe estar orientada principalmente a su formación, no a cubrir puestos de trabajo.
  4. Menor protección jurídica: Al no existir relación laboral, no se aplican muchas de las garantías del Estatuto de los Trabajadores.

Laura García, orientadora laboral especializada en jóvenes, apunta: «Las becas son especialmente valiosas cuando realmente ofrecen un componente formativo diferenciado y están tutorizadas adecuadamente. Sin embargo, debemos estar alerta ante el uso fraudulento de esta figura para encubrir relaciones laborales».

Aspectos económicos y fiscales a considerar

A la hora de comparar ambas opciones, es fundamental tener en cuenta no solo la remuneración directa sino también otros aspectos económicos y fiscales que pueden afectar significativamente a tu situación financiera.

Impacto fiscal y declaración de la renta

Los contratos en prácticas generan ingresos que se consideran rendimientos del trabajo a efectos fiscales. Esto implica que:

  • Están sujetos a retención de IRPF.
  • Deben declararse en la declaración anual de la renta si se superan los límites de ingresos establecidos por la Agencia Tributaria.
  • Pueden beneficiarse de las reducciones por rendimientos del trabajo aplicables.

En el caso de las becas, el tratamiento fiscal varía según su naturaleza:

  • Las becas públicas y las concedidas por entidades sin fines lucrativos para cursar estudios reglados están exentas de tributación hasta ciertos límites.
  • Las becas para prácticas en empresas generalmente no están exentas y deben tributar como rendimientos del trabajo.
  • Algunas becas de investigación pueden tener tratamientos específicos.

Es importante consultar con un asesor fiscal para conocer el impacto exacto según tu situación particular, ya que la legislación puede modificarse y existen particularidades según el tipo de beca y tu situación personal.

Cotización a la Seguridad Social y prestaciones futuras

Uno de los aspectos diferenciadores más importantes es el impacto en la carrera de cotización:

Con un contrato en prácticas:

  • Cotizas por todas las contingencias (comunes, profesionales, desempleo, FOGASA, etc.).
  • El tiempo trabajado computa íntegramente para futuras prestaciones como jubilación o desempleo.
  • Generates derecho a prestación por desempleo una vez finalizado el contrato si cumples los requisitos mínimos de cotización.

Con una beca remunerada:

  • Desde 2011, existe obligación de cotizar, pero solo por contingencias comunes y profesionales.
  • No se cotiza por desempleo, por lo que no generates derecho a esta prestación.
  • El tiempo como becario computa parcialmente para la jubilación, pero no para el desempleo.

Este aspecto puede ser determinante a largo plazo, especialmente considerando el valor acumulativo de las cotizaciones a lo largo de toda la vida laboral.

Casos prácticos: Experiencias reales

Para ilustrar mejor las implicaciones de cada elección, veamos dos casos reales que ejemplifican diferentes trayectorias:

Caso 1: Elena – De la beca al contrato en prácticas

Elena, graduada en Marketing Digital, comenzó su trayectoria profesional con una beca en el departamento de comunicación de una startup tecnológica. Durante 6 meses, recibió una ayuda de 500€ mensuales y adquirió conocimientos básicos sobre herramientas de marketing digital.

Sin embargo, pronto se dio cuenta de que realizaba tareas similares a las de otros empleados pero con condiciones muy diferentes: no tenía vacaciones reconocidas, su horario era igual de exigente y su aportación a la empresa era valorada pero no reconocida formalmente.

Tras finalizar la beca, Elena negoció con otra empresa un contrato en prácticas con una remuneración de 1.050€ mensuales. La diferencia fue sustancial:

  • Sus derechos laborales estaban claramente definidos, incluyendo vacaciones pagadas y bajas por enfermedad.
  • La empresa asignó un plan de desarrollo profesional con objetivos claros y evaluaciones periódicas.
  • Al finalizar el primer año, recibió un incremento salarial al 75% del salario de convenio.
  • Tras los dos años de contrato en prácticas, la empresa le ofreció un contrato indefinido con una promoción a coordinadora junior.

Elena reflexiona: «La beca me sirvió como primer contacto con el mundo laboral, pero realmente mi carrera despegó con el contrato en prácticas. La diferencia no fue solo económica, sino sobre todo el reconocimiento profesional y la posibilidad de planificar mi futuro con mayor seguridad».

Caso 2: Carlos – La beca de investigación como trampolín

Carlos, ingeniero químico, optó por una beca de investigación en un centro tecnológico tras finalizar su máster. Aunque podría haber buscado un contrato en prácticas en la industria, su interés por la investigación le llevó a aceptar esta beca dotada con 1.200€ mensuales y vinculada a un proyecto de investigación de nuevos materiales.

En su caso, la experiencia fue muy positiva:

  • El componente formativo era real y sustancial, con acceso a equipamiento avanzado y metodologías de investigación.
  • Trabajaba bajo la tutela de investigadores experimentados que le proporcionaban feedback constante.
  • La beca le permitió co-publicar dos artículos científicos, fortaleciendo significativamente su CV académico.
  • Tras la beca de 18 meses, consiguió una posición como investigador junior con contrato laboral en el mismo centro.

Según Carlos: «En mi campo, la beca de investigación era la mejor opción para construir un perfil profesional especializado. Aunque no tenía algunos beneficios laborales, la formación recibida y las publicaciones científicas han sido determinantes para mi carrera».

Estos casos ilustran que la elección óptima depende significativamente del sector, los objetivos profesionales y las condiciones específicas de cada oferta.

Derechos y obligaciones en cada modalidad

La confusión entre derechos y obligaciones es una de las principales fuentes de conflicto en ambas modalidades. Veamos con claridad qué puedes exigir y qué se espera de ti en cada caso.

En el contrato en prácticas

Tus derechos incluyen:

  • Remuneración mínima garantizada (60-75% del salario de convenio, nunca inferior al SMI).
  • Jornada laboral regulada según convenio del sector.
  • Derecho a 30 días naturales de vacaciones remuneradas al año.
  • Protección frente al despido en los términos establecidos por el Estatuto de los Trabajadores.
  • Permisos retribuidos (matrimonio, nacimiento de hijo, fallecimiento de familiar, etc.).
  • Prestaciones por incapacidad temporal en caso de enfermedad o accidente.
  • Certificado al finalizar el contrato detallando la duración, el puesto y las tareas realizadas.
  • Posibilidad de negociar mejoras salariales o laborales igual que cualquier trabajador.

Tus obligaciones incluyen:

  • Cumplir con las tareas asignadas dentro de tu categoría profesional.
  • Respetar las normas internas de la empresa y el horario establecido.
  • Seguir las directrices de tus superiores.
  • Contribuir a los objetivos de la empresa con tu trabajo.
  • Cumplir con las obligaciones de seguridad y salud laboral.

En la modalidad de beca

Tus derechos incluyen:

  • Recibir la formación estipulada en el convenio de colaboración.
  • Contar con un tutor tanto en la entidad como en el centro educativo (en becas curriculares).
  • Percibir la ayuda económica acordada (si está contemplada).
  • Estar incluido en el Régimen General de la Seguridad Social (en becas remuneradas).
  • Obtener un certificado con las actividades desarrolladas y su duración.
  • Compatibilizar las becas con los estudios (en el caso de becas para estudiantes).
  • Protección en materia de seguridad y salud.

Tus obligaciones incluyen:

  • Cumplir con el programa formativo establecido.
  • Mantener confidencialidad sobre la información a la que tengas acceso.
  • Seguir las indicaciones de los tutores asignados.
  • Respetar las normas internas de la entidad colaboradora.
  • Elaborar las memorias o informes que puedan solicitarse.

Ricardo Torres, inspector de trabajo, advierte: «El principal problema que detectamos en las inspecciones es el uso fraudulento de becas para cubrir puestos de trabajo estructurales. Si un becario realiza exactamente las mismas funciones que un trabajador, con los mismos horarios y responsabilidades, probablemente estemos ante un fraude laboral que debe denunciarse».

¿Cómo elegir la opción más adecuada?

Elegir entre un contrato en prácticas y una beca requiere un análisis personalizado de tu situación. Te propongo una serie de criterios para facilitar esta decisión:

Factores clave para tu decisión

  1. Etapa formativa: Si aún estás cursando estudios, las becas curriculares o extracurriculares pueden ser la única opción compatible. Si ya has finalizado, el contrato en prácticas suele ofrecer mejores condiciones.
  2. Objetivos profesionales: Si buscas principalmente adquirir conocimientos específicos en un entorno académico o de investigación, algunas becas pueden ser más adecuadas. Si tu objetivo es integrarte rápidamente en el mercado laboral ordinario, el contrato en prácticas te posiciona mejor.
  3. Sector profesional: En ciertos sectores como la investigación, las becas pueden estar mejor valoradas en el CV. En sectores más empresariales, la experiencia con contrato laboral suele tener mayor reconocimiento.
  4. Situación económica personal: Si necesitas mayor estabilidad e ingresos, el contrato en prácticas ofrece generalmente mejores condiciones económicas y mayor seguridad.
  5. Perspectivas de continuidad: Analiza las posibilidades reales de continuidad en cada caso. Algunas empresas utilizan el contrato en prácticas como periodo de prueba extendido antes de ofrecer contratos indefinidos.

Señales de alerta: cuándo rechazar una oferta

Existen indicadores que deberían hacerte dudar de la conveniencia de aceptar una determinada oferta:

En becas, sospecha si:

  • No existe un plan formativo definido.
  • Te ofrecen responsabilidades idénticas a las de trabajadores ordinarios.
  • El horario es completo y rígido sin adaptación a tus necesidades formativas.
  • No se asigna un tutor específico o este no dedica tiempo real a tu formación.
  • La beca se prorroga múltiples veces para la misma posición.
  • La empresa utiliza sistemáticamente becarios para cubrir puestos estructurales.

En contratos en prácticas, desconfía si:

  • Te ofrecen una categoría profesional inferior a tu titulación.
  • La remuneración está por debajo de los mínimos legales.
  • Te asignan funciones totalmente desconectadas de tu formación.
  • No existe supervisión ni plan de desarrollo profesional.
  • La empresa tiene un historial de no renovar o convertir a indefinidos sus contratos en prácticas.

Ana Gómez, asesora de carrera profesional, recomienda: «Antes de aceptar cualquier oferta, investiga la reputación de la empresa en plataformas como Glassdoor o LinkedIn. Contacta con antiguos becarios o trabajadores para obtener información de primera mano sobre la experiencia real en esa organización».

Tu camino hacia el futuro profesional: Estrategias para maximizar la experiencia

Independientemente de la opción que elijas, puedes implementar estrategias para optimizar esta primera experiencia profesional y convertirla en un trampolín hacia tus objetivos de carrera.

Maximizando el aprendizaje y la proyección profesional

Tanto en un contrato en prácticas como en una beca, considera estas recomendaciones:

  1. Establece objetivos de aprendizaje personales: Más allá de los que te planteen, define qué conocimientos y habilidades específicas quieres adquirir durante este periodo.
  2. Busca mentores, no solo supervisores: Identifica profesionales experimentados que puedan guiarte y aconsejarte, incluso fuera de tus relaciones jerárquicas directas.
  3. Documenta tus logros y aprendizajes: Crea un portafolio con proyectos en los que participas, resultados conseguidos y habilidades desarrolladas.
  4. Amplía tu red profesional: Aprovecha esta oportunidad para establecer contactos valiosos dentro y fuera de la organización.
  5. Solicita feedback regularmente: No esperes a evaluaciones formales para conocer tu desempeño y áreas de mejora.
  6. Mantén la mirada en el siguiente paso: Desde el principio, plantéate cuál será tu estrategia cuando finalice esta etapa.

Recuerda que, en palabras de David Álvarez, experto en desarrollo de carrera: «Las primeras experiencias profesionales no solo construyen tu currículum, sino también tu identidad profesional. Aprovecha cada oportunidad para mostrar tu valor, aprender activamente y posicionarte para el siguiente nivel».

Convirtiendo la experiencia temporal en una oportunidad permanente

Si tu objetivo es continuar en la misma organización, considera estas tácticas:

  • Demuestra iniciativa: propón mejoras o soluciones a problemas identificados.
  • Asume responsabilidades adicionales cuando sea apropiado, mostrando tu capacidad para crecer profesionalmente.
  • Alinea tus contribuciones con los objetivos estratégicos de la organización.
  • Comunica explícitamente tu interés en continuar (no des por sentado que lo saben).
  • Plantea una conversación sobre tu futuro en la organización aproximadamente 2-3 meses antes de la finalización de tu contrato o beca.

El camino profesional rara vez es lineal, pero con una estrategia clara y una actitud proactiva, tanto las becas como los contratos en prácticas pueden convertirse en extraordinarios puntos de partida para una carrera exitosa.

¿Estás listo para tomar una decisión informada que impulse tu futuro profesional?

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